Una sola lámpara de techo no siempre es suficiente (y seguro que no quieres que tus hijos tengan que pegar la nariz a los libros de texto), así que una lámpara de mesa infantil es imprescindible. Además, en la mesita de noche, una buena lámpara de sobremesa debería proporcionar suficiente luz para leer en la cama y para orientarse durante la noche.
A los adultos nos cuesta creerlo, pero muchas veces los niños tienen muchas ganas de hacer bien los deberes. Y cuando la lámpara de mesa infantil no solo sirve como decoración, sino que también tiene una utilidad práctica, la intensidad de la iluminación es importante. Esta debería ser de al menos 400-500 lúmenes.
Depende de en qué parte del cuarto de los niños se utilice la lámpara. Si se coloca al lado de la cama para proporcionar una luz agradable cuando está oscuro, una luz acogedora y de color blanco cálido (menos de 3300 Kelvin) es buena para la relajación.
El escritorio, en cambio, suele estar reservado a trabajos que requieren concentración. El color de luz óptimo para esto es el blanco universal (entre 3300 y 5300 Kelvin). Es el mismo color de luz que se utiliza en la oficina, por ejemplo. Encontrarás la información necesaria sobre el color de luz en los detalles del artículo.
Ten en cuenta que algunas lámparas de mesa vienen sin bombilla. Si te decides por una de estas, no tienes más que añadir a tu pedido la bombilla adecuada con un color de luz blanco cálido.
Sirve para orientarse por la noche, para leer un poco o para irse a dormir con una luz acogedora: una lámpara de sobremesa cumple muchas tareas importantes en las habitaciones de los niños.
Es importante que la luz no deslumbre, por lo que normalmente se utiliza una pantalla con colores. Y un consejo especial: busca una con un interruptor táctil. En lugar de buscar el interruptor de pared, simplemente tocas la lámpara de mesa y voilà, ¡encendida! ¡Te encantará!
Para que la lámpara de mesa sea más segura, no utilices bombillas de vidrio y opta por bombillas de plástico a prueba de roturas. Además, debes evitar las bombillas fluorescentes compactas, ya que contienen mercurio.
La mejor opción son las bombillas con tecnología LED, ya que no solo son particularmente duraderas y resistentes al encendido y apagado, sino que también suponen un ahorro de hasta un 90 % de electricidad en comparación con las bombillas convencionales.
También debes asegurarte de que las bombillas LED tengan una luz blanca cálida y confortable de menos de 3300 Kelvin de temperatura y con un brillo apropiado. Las lámparas de mesa suelen tener un brillo de 400 lúmenes o mayor. Si vas a usar la lámpara solo como decoración, también puedes utilizar bombillas con menos lúmenes.
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