Aunque los padres (y los niños) pueden elegir libremente entre simpáticos animales, coches de colores y emocionantes escenas espaciales a la hora de diseñar, se recomiendan algunas precauciones para las luces de la habitación de los niños.
Utilice siempre fuentes de luz de plástico irrompible para evitar que los niños se traguen las piezas de cristal y metal. Asimismo, no se deben colocar bombillas fluorescentes compactas en las habitaciones de los niños, ya que contienen mercurio, que puede escaparse si se rompen accidentalmente.
En cuanto a la calidad de la iluminación, lo mismo se aplica a las habitaciones infantiles: la luz debe ser acogedora. Para ello, elija fuentes de luz con un color de la luz blanco cálido** de unos 2.700 Kelvin. A los niños también les encantan los colores. Por ejemplo, les gusta disfrazarse o pintar. Para reproducir los colores de forma óptima, las fuentes de luz deben tener un índice de rendimiento de color de al menos Ra 80.
Las bombillas LED** son la fuente de luz ideal para las habitaciones infantiles. No sólo es eficiente desde el punto de vista energético, lo que es importante a la hora de encender, por ejemplo, sino que también es a prueba de interruptores, para que encender y apagar con frecuencia no sea un problema.
Esto depende del uso previsto del aplique de pared en la habitación infantil y de su diseño. Si se utiliza, por ejemplo, para mejorar la iluminación general de una habitación o para dirigir luz puntual sobre una zona, se recomienda una fuente de luz de 400 lúmenes o más. Si el aplique de pared es principalmente decorativo, basta con una fuente de luz con menos lúmenes.
Como no es posible hacer una afirmación general sobre la luminosidad necesaria, ya que la emisión de luz, las pantallas, el tamaño de la habitación o el color de las paredes, por ejemplo, influyen en el efecto luminoso, hay que tener en cuenta que una bombilla convencional de 40 W tiene unos 400 lúmenes y una bombilla convencional de 60 W, unos 800 lúmenes. Por lo tanto, con las fuentes de luz LED modernas hay que prestar atención a la especificación de lúmenes.
Si no hay conexiones de corriente fijas en las paredes, recomendamos los apliques de pared para habitaciones infantiles con enchufe. Pueden encenderse y apagarse fácilmente mediante un interruptor en la carcasa o un interruptor de cable.
Todo lo que se necesita es una toma de corriente y montaje en la pared. Con estas luces, es especialmente importante comprobar regularmente la toma y el cable de alimentación.
Mientras que en el salón, por ejemplo, es aconsejable instalar la luz ligeramente por encima del nivel de los ojos, es decir, a una altura de entre 1,70 y 1,80 metros, la principal preocupación en la habitación de los niños es garantizar que la luz de la bombilla no pueda deslumbrar desde ninguna posición, ya sea sentado, tumbado o de pie.
Sin embargo, muchos productos tienen una pantalla que reduce significativamente o evita el deslumbramiento de la fuente de luz, por lo que la altura de montaje puede elegirse libremente.
Las lámparas nocturnas para el enchufe son un buen complemento para la iluminación de la habitación de los niños, ya que las luces encendidas pueden tener un efecto negativo en el ritmo sueño-vigilia. En cambio, las lámparas nocturnas proporcionan orientación y sensación de seguridad.
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